30 marzo, 2009

"I" e "Y"


La letra I deriva de la décima letra protosinaítica iod o "brazo con mano", por eso en griego se le conoce como "iota". El punto fue añadido en la edad media para no confundir, en la escritura cursiva, el diptongo latino ui con el iu; posteriormente se generalizó a todo el uso de la i minúscula.

Es interesante notar que los primeros alfabetos fueron de origen protosinaítico1, semítico. Una cultura anterior (proto) a los antiguos hebreos, fenicios, etc. los cuales tuvieron mucho contacto con culturas como la griega y la egipcia, de las cuales nace toda nuestra cultura.

Protosinaítico: también conocido como proto-cananeo se refiere a unas inscripciones encontradas en la Península del Sinaí. Esta península fue conquistada por Egipto. La escritura sinaítica evolucionó a partir de jeroglíficos egipcios, pero la usaban para escribir una lengua no egipcia.


La mayoría de las naciones usaron I latina como vocal (el uso que se le da hoy en día) y como consonante (que ahora es la ``j´´ de nuestro alfabeto). Más tarde se incluyó la Y griega en los alfabetos.

Como ambas eran de diferente pronunciación, y en el castellano se diferenciaba por la figura, se dividió entre la i como vocal, y la j como consonante. Debido a esto, la j sigue a la i en el alfabeto, ya que en un principio fueron la misma letra.

El puntito de la i se le pone en el alfabeto latino, imitando al hebreo que se lo pone en la parte inferior. En un principio fue para diferenciar la i como vocal (con punto) y la i como consonante (sin punto), pero como hemos dicho esto cambiaría.

Respecto a la “y griega” se pronuncia como la “i” por eso permanece con ese nombre, se diferencia en que esta es griega y la otra latina. Su figura fue dada por los romanos al trasladarla del griego: formada por la v + la i, por eso se sitúa entre las vocales dobladas x y z al final del alfabeto.




La letra Y tiene el mismo origen que las letras F, U, V y W. Todas empezaron de Vav (uña).


La letra Y (ypsilon griega) tiene distingo origen que la I (iod ) cuyo sonido era distinto de la I (equivale a la actual U francesa). La Y fue adoptada en el alfabeto romano, pero ha pasado al nuestro como una mera reliquia, pues se limita a repetir el símbolo de la I.

La letra Y es conocida como "I-griega", puesto que los romanos (creadores de nuestro abecedario) sólo usaban la Y para transcribir palabras griegas. Pero en España la empezaron a usar como si fuera una I, aunque los griegos la pronunciaban iu. Así vemos en viejos documentos palabras como Ysabel, Yglesia e Ybarra. Esto fue hasta el año 1726, cuando la Real Academia Española dicto que la Y solo se podía usar como consonante. Es interesante, pues unos catedráticos lo tomaron muy en serio y usaron la letra I como conjunción en vez de la letra Y.

Por ejemplo, el Prólogo del Diccionario de Chilenismos de Zorobabel Rodríguez de 1875, dice:

Dos jeneraciones han pasado ya por las aulas desde que los señores don Andres Bello i don José Joaquin de Mora echaron en nuestro pais los fundamentos de los estudios gramaticales.

Nótese también que usa J en vez de G en jeneración.


Bibliografía:

Rosal, Francisco del. Diccionario etimológico: alfabeto primero de origen y etimología de todos los vocablos originales de la lengua castellana. ISBN: 840007274X. Madrid (1992).

wikipedia

10 marzo, 2009

LA FORMACIÓN DE PALABRAS NUEVAS: DERIVACIÓN, COMPOSICIÓN Y PARASÍNTESIS

Los procedimientos más habituales para formar palabras nuevas son:

* la derivación (añadir prefijos o sufijos).
Ejemplos: des-monte, mar-ino, sub-mar-ino

* la composición (unir varias raices para formar una nueva palabra y un nuevo concepto).
Ejemplos: claroscuro, mediodía, hincapié, porque.

Una sola unidad gráfica: blanquiazul, alzacuellos.

Unidades complejas (conservan sintagma, son 2 estructuras en aposición):
hombre rana, coche bomba, bebe probeta, ciudad jardín.

Verbo + Nombre: elevalunas, cazatalentos, lavavajillas, sacacorchos, sacapuntas.

Nombre + Adjetivo: guardia civil, luz verde.

Adjetivo + Nombre: largometraje, media pensión.

Composición culta ( unidad que necesita estar unida a otra para formar significado).
Normalmente esta unidad procede del Griego y Latín.

Ejemplos: antropomorfismo, antropología, filología, filosofía, aerotransporte, audiovisionar

* la parasíntesis (utilización simultánea de dos procedimientos de creación de palabras).

- prefijación + sufijación: en- vej- ecer, en- roj- ecer
- composición + sufijación: pica- pedr-ero, dop-aje, vision-ado, educacion-al...
los sufijos más usados son: ar, ado, aje, ismo, idad y al

02 marzo, 2009

Verbos transitivos e intransitivos

Los verbos transitivos son los que llevan explícita o implícitamente un objeto directo: escribir, dejar, amar...
Los verbos intransitivos son los que no llevan ni explícita ni implícitamente un objeto directo: salir, morir, llegar...

Gómez Torrego, Leonardo. Hablar y escribir correctamente: gramática normativa del español actual. Madrid: Arco/libros, 2006.


LAÍSMO, LOÍSMO Y LEÍSMO

Diferenciamos los pronombres personales en átonos (la, lo, me…) y tónicos (él, yo, tú, nosotros…). Los pronombres personales tónicos se acentúan dentro de la oración y los átonos dependen del acento de otra palabra.

Los pronombres personales átonos plantean ciertos problemas que vamos a analizar: el laísmo, el loísmo y el leísmo.

Antes hay que mencionar cuándo se usan los pronombres la/s, lo/s, le/s dentro de la oración, de forma genérica:

  • La/las: usado cuando su función en la oración es la de complemento directo femenino.
  • Lo/los: usado cuando su función en la oración es la de complemento directo masculino.
  • Le/les: usado cuando su función en la oración es la de complemento indirecto.

Las funciones particulares de cada uno son las siguientes:

  • La, los y las: su función es siempre complemento directo.
  • Lo: complemento directo o atributo.
  • Le y les: complemento indirecto. También puede desempeñar la función de complemento directo: es el leísmo de persona masculino:

Ej: le vi triste…(a él)

LAÍSMO

Consiste en la utilización de los pronombres la y las de complemento directo en lugar de los pronombres le y les de complemento indirecto. Este fenómeno es frecuente en la mayor parte de la tradicional Castilla la Vieja (Segovia, Ávila, Valladolid, Santander, Burgos y parte de Soria) y aparece, incluso, entre personas cultas, aunque con vacilaciones. Sin embargo, la RAE lo considera incorrecto. Pero en las zonas citadas el sistema etimológico defendido hasta ahora por la RAE (c. directo frente a c. indirecto) se sustituye por un sistema diferente, que distingue, por un lado, personas de cosas, y, por otro, hombres de mujeres. Así, en este sistema le, les se emplea para referirse a hombres (se trate de c. directo o c. indirecto) y la, las para referirse a personas y cosas femeninas (se trate de c. directos o c. indirectos), mientras que lo (los) se emplea generalmente cuando los referentes son cosas de género masculino.

Ejemplos:

Vi a Borja -> le vi

Vi a Cecilia -> la vi

Ese libro lo leí ayer.

En las zonas anteriormente citadas, la forma le aplicada a una cosa masculina, sobre todo si se trata de sustantivos contables, también es frecuente. Ej: ese libro le leí ayer.

LOÍSMO

Consiste en la utilización de los pronombres lo y los en lugar de le y les. Es un fenómeno considerado vulgar.

Ej: a Juan lo dieron una paliza

LEÍSMO

Un tipo de leísmo es el que consiste en la utilización de los pronombres le y les por lo y los.

La RAE acepta el leísmo masculino de persona en singular pero condena el de animal o cosa. Ejemplos:

A Juan lo vi al lado de Ana -> A Juan lo vi al lado de Ana.

Al perro le mataron ->se dice: al perro lo mataron.

Estos leísmos son frecuentes en Madrid y el centro peninsular.

Otro tipo de leísmo no admitido por la RAE es el de le o les por la o las. Ejemplo:

A María le llaman por teléfono -> se dice: …la llaman.

Este leísmo es más frecuente en zonas del País Vasco y otras zonas limítrofes.

Otro tipo es el leísmo de cortesía, que consiste en usar le, les por lo, los referido a usted, ustedes. Ejemplo:

A usted le vi en Madrid.


Casos especiales:

· Con verbos de afección (como asustar, convencer…) podemos usar el pronombre le o lo. Si el sujeto de la oración actúa como agente usaremos lo, si no lo hace usaremos le. Ejemplo:

Mi padre lo asustó / la noticia le asustó

· Si el sujeto va delante del verbo es más frecuente usar lo, si no va delante se usará le. Ejemplos:

Mi actitud lo asustó / le asustó mi actitud

· Con verbos de influencia (autorizar, convencer, prohibir…) el complemento siempre es indirecto, por lo que se usará le. Ej: le prohibí que viniera.

Cuando, con estos verbos, exista un complemento preposicional, utilizaremos el complemento directo. Ej: la invité a venir.

· Con los verbos hacer y dejar, cuando van seguidos de otro verbo, tenemos dos posibilidades:

1. si el segundo verbo se comporta como transitivo, el pronombre se comporta como complemento indirecto, por lo que se usará le. Ejemplo:

Le hice tomar café (actúa como transitivo, por lo que se usa le)

2. si el segundo verbo se comporta como intransitivo, el pronombre se comporta como complemento directo, por lo que se usará la o lo. Ejemplo:

A mi hermana la hice bajar (actúa como intransitivo, por lo que se usa la)

· Hay verbos que llevan implícito el complemento indirecto (escribir, pegar, robar, abrir…). Con estos se usará el pronombre le.

BIBLIOGRAFÍA

Gómez Torrego, Leonardo. Gramática didáctica del español. Madrid: SM, 2002. 543p

Gómez Torrego, Leonardo. Hablar y escribir correctamente: gramática normativa del español actual. Madrid: Arco/libros, 2006.